Semillas y salud

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Mensaje por TATUZA » Dom Feb 06, 2011 7:43 pm

http://semillasysalud.wordpress.com/201 ... glifosato/
Uno de los numerosos problemas de usar un herbicida como el glifosato en plantas para producir alimentos, es decir, un pesticida que mata todas las plantas excepto las que están modificadas genéticamente, es que las plantas y hierbas competidoras se hacen resistentes al herbicida, y al final los agricultores tienen que usar más glifosato y productos químicos. Y al final llega a la cadena alimenticia más residuos de glifosato, del que se ha demostrado en varios estudios científicos que es perjudicial para la salud humana, vegetal, animal y de los insectos y fauna auxiliar de los cultivos. Además de esto también se ha demostrado que aunque las plantas modificadas sean resistentes al herbicida, este les limita el desarrollo y crecimiento por interferir en la fotosíntesis, provocando una disminución del tamaño de la hoja, y menor producción de biomasa, así como una disminución en la cantidad de minerales presentes en plantas modificadas genéticamente, debido a los efectos negativos del glifosato sobre la fotosíntesis.

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Re: Semillas y salud

Mensaje por TATUZA » Dom Feb 06, 2011 7:44 pm

Publicado el 9 diciembre, 2010 por semillasysalud

Como veíamos en el documental ¿Qué hay de Comer? emitido en TVE2, el cultivo de transgénicos suele tener pérdidas de alrededor de unos 350 Euros por hectárea, que en Estados Unidos se ven compensadas por las subvenciones del gobierno.

Uno de los numerosos problemas de usar un herbicida como el glifosato en plantas para producir alimentos, es decir, un pesticida que mata todas las plantas excepto las que están modificadas genéticamente, es que las plantas y hierbas competidoras se hacen resistentes al herbicida, y al final los agricultores tienen que usar más glifosato y productos químicos. Y al final llega a la cadena alimenticia más residuos de glifosato, del que se ha demostrado en varios estudios científicos que es perjudicial para la salud humana, vegetal, animal y de los insectos y fauna auxiliar de los cultivos. Además de esto también se ha demostrado que aunque las plantas modificadas sean resistentes al herbicida, este les limita el desarrollo y crecimiento por interferir en la fotosíntesis, provocando una disminución del tamaño de la hoja, y menor producción de biomasa, así como una disminución en la cantidad de minerales presentes en plantas modificadas genéticamente, debido a los efectos negativos del glifosato sobre la fotosíntesis.



En Estados Unidos, el mayor laboratorio de OMG del mundo, se empezó a cultivar a gran escala plantas OMG desde 1997. Según el Dr. Mae-Wan Ho del Instituto de Ciencia de Londres, está a punto de estallar la bomba de relojería ecológica asociada a los OMG. Al cabo de varios años de aplicación constante de herbicidas patentados de glifosato, como el muy famoso Roundup de Monsanto, han evolucionado nuevas “super malas hierbas” resistentes a los herbicidas como una respuesta de la naturaleza ante los intentos del hombre de violarla. Para controlar a las super malas hierbas se necesita mucho más, no menos, herbicida.

Una importante cadena nacional de televisión estadounidense, elaboró hace poco un documental sobre las super malas hierbas titulado “No se puede acabar con las super malas hierbas”. Entrevistaron a agricultores y científicos de toda Arkansas que describían los campos invadidos por gigantescas malas hierbas de Amaranthus palmeri (El amaranto, estaba considerada como una planta sagrada, divina, por los indígenas) que podían soportar todas las pulverizaciones de glifosato que les hicieran los agricultores. Entrevistaron a un agricultor que había gastado 400.000 € en sólo tres meses en un intento frustrado de acabar con las malas hierbas.

Las nuevas super malas hierbas son tan robustas que las cosechadoras no pueden cosechar los campos y las herramientas manuales se rompen al tratar de cortarlas. Sólo en Arkansas esta nueva plaga biológica mutante ha invadido al menos 400.000 hectáreas de soja y algodón. No se dispone de datos detallados de otras zonas agrícolas pero se cree que son similares. Se ha informado de que el pro-OMG y pro-agroindustria Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha mentido acerca del verdadero estado de las cosechas estadounidenses, en parte para ocultar la nefasta situación y para evitar que estalle una revuelta contra los OMG en el mayor mercado de estos del mundo. Osea que este Departamento oculta estos datos, y sin embargo los cereales destinados a piensos en la ganadería española vienen sobre todo de Estados Unidos, cada vez más llenos de glifosato. Habría que preguntarse qué interés tiene el gobierno corporativo en pagarle a los agricultores todas las pérdidas que están teniendo con los transgénicos, por medio de ayudas y subvenciones, con tal de mantener y controlar el mercado de los cereales a nivel internacional… Habría que analizar bien esta cuestión.

Una variedad de super mala hierba, la Amaranthus palmeri, puede alcanzar hasta 2,4 metros de altura, soporta fuertes calores y prolongadas sequías, y produce miles de semillas con un sistema de raíces que agota los nutrientes de los campos. Si se la deja crecer libremente, ocupa todo un campo en un año. Algunos agricultores se han visto obligados a abandonar sus tierras. Hasta el momento, además de en Arkansas, también en Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Tennessee, Kentucky, Nuevo México, Mississippi y más recientemente, en Alabama y Missouri se ha detectado la invasión de Amaranthus palmeri en regiones de cultivos de OMG.

Recientes investigaciones han encontrado que el glifosato es incluso más perjudicial de lo que se pensaba. Si los científicos encuentran que el glifosato es perjudicial para la salud, deberíamos empezar por prohibir el glifosato. La empresa Monsanto ha pensado otra cosa…

Monsanto está pagando los agricultores para que aumenten el número de herbicidas que tienen que usar. El programa de reembolso está diseñado para evitar que aumente la superficie infectada de malezas que son resistentes a un herbicida dramáticamente popular, el Roundup.

Monsanto ha anunciado está ofreciendo reembolsos para herbicidas por primera vez para la soja y aumentando los reembolsos para su uso en superficies cultivadas de algodón, donde el problema de la resistencias está en una situación mucho peor.

Los agricultores pueden obtener reembolsos para el uso de otros herbicidas que complementen al Roundup, que es el nombre comercial del glifosato. El Roundup es usado en la mayoría de la superficie de soja, de maíz y de algodón de EE.UU debido al desarrollo de variedades de semillas transgénicas resistentes a herbicidas. Sin embargo, el uso excesivo de Roundup ha dado lugar a la propagación de malezas resistentes al glifosato, especialmente en el Sur. Los científicos dicen que las y los agricultores tienen que utilizar una gama más amplia de herbicidas para controlar el problema de la resistencia y dejar de depender exclusivamente de Roundup.

Monsanto está ofreciendo para la próxima campaña a las y los productores de soja reembolsos de hasta 10,70 euros por hectárea para el uso de dos herbicidas adicionales. Los descuentos compensan entre 25 y 35% del costo de los herbicidas.

“Aunque los agricultores utilicen más herbicidas el próximo año, probablemente no aumentará su gasto total en el control de malezas, ya que el precio del Roundup se ha reducido. La mayoría de los productores de algodón y el maíz ya se están aplicando múltiples herbicidas, pero entre el 60 y el 70% de los cultivadores de soja están utilizando exclusivamente Roundup. Nos gustaría que llegaran hasta el nivel del maíz y el algodón” dijo un portavoz de Monsanto.



Obviamente lo que tenemos que preguntarnos es: si queremos tener un herbicida como nutriente en nuestros alimentos. Los estudios sobre este herbicida asociado a los transgénicos han demostrado que puede causar malformaciones congénitas, cáncer, y muchos más problemas, para ver unas pocas pruebas de todo esto, facilito una parte del documental “La guerra de los cultivos transgénicos”, en el que aparece el Dr. Gilles Eric Seralini, experto de la Comisión Europea de OMGs, y director del CRIIGEN (Comité de investigación y de información independiente de la ingeniería genética).



Evita sobre todo la soja transgénica para evitar el glifosato, esta soja OMG forma parte de la mayor parte de los piensos para ganadería en este país (España). Una cosa coherente sería empezar a pedir a las empresas de piensos y a los supermercados que se utilicen piensos que no contengan ni soja, ni maíz transgénico.

Un saludo. Si queremos concienciar y hacer ver que ya en 10 países de la UE el cultivo de transgénicos está prohibido, y en muchos otros también, es necesario compartir información.

Fuentes:



http://semillasysalud.wordpress.com/201 ... glifosato/

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